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  • Foto del escritorBusujima Jorge

El Hombre Que Vendía Su Mierda


Un hombre sentado en el sol, gritaba todos los días, vociferaba del calor, pero no podía huir, su castigo, que impuesto por los dioses de cristal, consistía en permanecer eternamente sentado en él, sentir calor, pero nunca morir. Un día uno de los dioses se apiado del hombre y se acerco.

–Hombre del sol ¿Sabes por qué estás ahí?- le pregunto.


El hombre no entendía esas palabras y seguía gritando obscenidades, insultos, maldiciones al dios que tenía a su lado.


–¡Mierda, mierda, dioses de mierda! ¿Quiénes se creen ustedes para ponerme en este lugar? ¡Mierda, mierda, me quemo!- grito el hombre.

-Veo que aún no entiendes por qué estás ahí, comprende por favor, yo soy un dios, y estoy aquí para ofrecerte un trato. Véndeme esos insultos, véndeme esas palabras que hacen que sigas allí, véndeme tu mierda.- dijo el dios.


-¿Vender mi mierda? ¿Por qué un dios, si es que lo eres, querría tal cosa de mí?- respondió el hombre, -pero si es lo que quieres, a cambio ¿Qué me das?- pregunto el hombre.


-Te compro tu mierda, y mi pago será tu libertad- ofreció el dios.


-Si es así, te la vendo, te la vendo, te la vendo toda, pero libérame- respondió gritando el hombre.


Y así fue, el hombre vendió sus insultos, vendió su mierda, esa que lo llenaba de odio, y el dios se la llevo toda. Aquel hombre fue liberado y nunca más pudo volver a hablar, el dios se había llevado todo hasta su habla que durante mucho tiempo solo habían sido insultos.


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